La risa es un lenguaje universal que no conoce edades. En mis talleres de risoterapia, he tenido el privilegio de trabajar con personas mayores y ver cómo la risa puede revitalizar sus vidas de una manera asombrosa.
He estado en residencias de mayores, centros de Alzheimer y Parkinson, centros de día y clubes de jubilados, donde he desarrollado una serie de ejercicios y dinámicas específicamente diseñados para ellos. El objetivo siempre ha sido fomentar la alegría, la conexión y el bienestar. A lo largo de los años, he visto cómo la risa no solo mejora el estado de ánimo de los participantes, sino que también fortalece sus vínculos y crea un ambiente de positivismo y vitalidad.
En este blog, quiero compartir contigo algunas de esas actividades que he encontrado particularmente efectivas y queridas por mis participantes mayores
Lo maravilloso de la risoterapia es que no se necesita ninguna habilidad especial, solo la disposición a reír y disfrutar del momento. Desde juegos sencillos hasta técnicas de respiración y ejercicios de improvisación, cada actividad está pensada para ser accesible y enriquecedora para todos.
Ejercicios y dinámicas de risoterapia en mis talleres
Presentación Graciosa
La «Presentación Graciosa» es una de mejores juegos de risoterapia para romper el hielo y comenzar nuestras sesiones de risoterapia con una sonrisa. Este ejercicio es perfecto para tomar un primer contacto con los demás y empezar a conocer mejor al grupo, creando un ambiente de confianza y alegría desde el principio.
Nos sentamos en círculo, creando un espacio acogedor y cercano. Luego, cada persona tiene la oportunidad de presentarse de una manera diferente y divertida. La clave aquí es la creatividad y la disposición a soltarse un poco.
Cuando se trata de personas mayores, esta actividad se vuelve especialmente encantadora y cómica. La riqueza de sus experiencias de vida añade un toque único y especial. Por ejemplo, una abuela puede presentarse cantando una canción de su juventud, mientras que otro participante puede inventar una rima graciosa con su nombre.
He visto cómo esta dinámica no solo provoca risas sinceras, sino que también ayuda a los participantes a conectar entre sí de manera auténtica. Las barreras se desmoronan y la risa comienza a fluir libremente. Además, compartir momentos divertidos de sus vidas permite que cada persona se sienta valorada y comprendida, fortaleciendo el sentido de comunidad.
El Baile de la Risa
El «Baile de la Risa» es unas de las dinámicas de risoterapia para adultos que siempre logra llenar la sala de alegría y energía positiva. En esta actividad, dividimos al grupo en parejas y les damos la simple tarea de bailar al ritmo de la música mientras se ríen. ¡Parece fácil, pero es increíblemente efectivo!
La música empieza a sonar, y las parejas comienzan a moverse, riendo a carcajadas desde el primer compás. La magia de esta dinámica radica en que no se puede dejar de reír, y pronto las risas se vuelven contagiosas, haciendo imposible no dejarse llevar por las carcajadas.
A medida que avanza la música, llega el momento de cambiar de pareja. Los participantes giran, dan vueltas y buscan a una nueva persona con quien bailar, todo sin detener las risas. Este constante intercambio no solo mantiene la energía en alto, sino que también fomenta la conexión entre todos los presentes.
Recuerdo una sesión en particular en la que uno de los participantes, un hombre mayor con un espíritu jovial, comenzó a hacer movimientos de baile exagerados y divertidos. Su entusiasmo y alegría fueron tan contagiosos que, en cuestión de minutos, todos estaban imitando sus pasos, riendo a carcajadas y disfrutando del momento.
Es increíble cómo la risa y el movimiento pueden romper cualquier barrera y unir a las personas en una experiencia compartida de felicidad. Además, que es perfecto para evitar el sedentarismo.
Dirigir la Orquesta de Risas
Una de las actividades de risoterapia que más disfruto es «Dirigir la Orquesta de Risas». En esta actividad, tomamos la idea de una orquesta tradicional y la transformamos en una sinfonía de risas.
Comenzamos explicando al grupo que hoy seré la directora de una orquesta muy especial. ¡Los instrumentos que vamos a escuchar serán nada menos que las risas de todos los participantes! Dividimos a los participantes en tres subgrupos y los ubicamos a la derecha, a la izquierda y en frente mío.
Con un aire de dramatismo y diversión, levanto mi brazo derecho hacia arriba, y el grupo a mi derecha comienza a reír con el sonido de la sílaba «JA». Luego, muevo mi brazo izquierdo hacia arriba, y el grupo a mi izquierda responde riendo con la sílaba «JE». Finalmente, señalo al grupo frente a mí, y ellos ríen con «JO». La clave de esta dinámica es seguir las indicaciones del director y dejarse llevar por la risa. A medida que voy moviendo los brazos y señalando a los distintos grupos, las risas se entrelazan creando una sinfonía única y alegre. Es increíble cómo algo tan simple puede llenar la sala de energía positiva y risas contagiosas.
Muecas en Círculo
Otro de los ejercicios de risoterapia que uso mucho para provocar risas auténticas en mis talleres es la «Muecas en Círculo». Esta dinámica es perfecta para liberar tensiones, romper el hielo y garantizar un ambiente lleno de alegría y carcajadas.
Nos colocamos todos en un gran círculo, creando un espacio donde cada persona pueda ver claramente a los demás. La magia comienza cuando uno de los participantes, con una sonrisa traviesa, crea la mueca más estrafalaria y divertida que se le ocurra. Esa mueca se pasa al compañero a su derecha, quien la imita y luego añade su propio toque creativo antes de pasarla al siguiente. Y así, uno por uno, todos en el círculo se suman a la ronda de gestos ridículos.
Lo maravilloso de esta actividad es que, a medida que las muecas se van compartiendo y transformando, las risas comienzan a fluir libremente. Cada nuevo gesto es una sorpresa, y ver cómo se distorsionan y evolucionan las muecas provoca una cascada de carcajadas. Es inevitable que todos terminemos riendo a carcajadas, disfrutando de la espontaneidad y creatividad del grupo.
Trabajar con personas mayores en sesiones de risoterapia ha sido una experiencia enriquecedora. La sabiduría y el espíritu juguetón que traen a cada dinámica añaden una dimensión especial y vibrante. Cada sesión es un recordatorio de que la risa es un lenguaje universal que trasciende la edad y las circunstancias.
Incorporar la risoterapia en la vida diaria puede ser un cambio transformador. Ya sea participando en un taller o simplemente encontrando momentos para reír con amigos y seres queridos, la risa puede iluminar nuestras vidas y mejorar nuestro bienestar de maneras profundas.
¡Vamos a reír juntos y a celebrar la vida con una sonrisa contagiosa!